Molina de Aragón, al este de Guadalajara (España), es un yacimiento que alberga una gran variedad de restos arqueológicos de cronología medieval con un conjunto fortificado estratégicamente situado. Este complejo se sitúa sobre una colina en el valle del Alto Tajo y refleja el tira y afloja histórico entre las potencias islámica y cristiana en la Edad Media.

El yacimiento, que pasó de ser una fortaleza islámica rural a un centro de poder de finales de la Edad Media, cuenta con 14 torres y 4 puertas, que encarnan su papel crucial en la dinámica fronteriza. La ciudad fortificada incluye un barrio judío con mikve y sinagoga, lo que añade nuevos matices a su historia marcada por la independencia, las disputas territoriales y la integración en el Reino de Aragón y Castilla, que culminó con su abandono como cuartel militar en el siglo XX.