Bonilla es un yacimiento arqueológico todavía por excavar en el Valle del Salado cerca de Singüenza (Guadalajara, España).
Descubierto gracias a la presencia de cerámicas en superficie, datadas entre los siglos IX y XII, el yacimiento está vinculado a un centro de producción de sal y a terrazas agrícolas. Bonilla constituye un ejemplo típico de ocupación rural en los valles del Alto Henares durante el periodo andalusí.
A pesar de su estado todavía intacto, los hallazgos superficiales ya ofrecen datos de la vida rural, las actividades económicas y las prácticas culturales de los habitantes andalusíes en esta región.